Los tiempos de Caral

por Jocelyn Pantoja de Luna


Caral, primera ciudad de América, configuraciones geográficas contrastadas en donde lo único que puede estar más al sur es el tiempo, “al sur en caral” de Elma Murrugarra es la hilación de los contrastes y los tiempos en un texto diverso en forma y único en contenido.

Elma recorre sin formalismos ni clasismos, que no sean los propios, el tiempo de historias posibles y verdaderas (aunque no lo adivine la arqueología), escenas fotográficas imaginadas desde un oráculo presente: los apóstoles, habitantes de Caral, personajes de este primer tiempo que son en todo caso homónimos abuelos de los clásicos nombrados, los mismos que mudaron a Grecia su lengua para continuar la épica humana.

Un segundo tiempo nos muestra el principio del orbe: tierra, agua, aire, fuego: caral. Finalmente las tríadas nos abren y encuentran con el presente, opción múltiple, código de combinación infinita, cuya constante son las primeras y más sencillas palabras.

Sorprende que tiempos y formas tan disímbolas puedan escudriñarse a través de la lectura de este poemario. Elma juega firmemente, su carácter y buen conocimiento se lo permiten, con tres diferentes propuestas formales: el verso libre, la prosa poética y la poesía abstracta, sin tropiezos, en orden, oscilando del espacio al tiempo, para asentar que los vacíos de la Voz son siempre los de íntimos momentos, los más humanos, lo único, este instante.

Celebro que la épica continúe en la voz y expresión de la sensible y siempre atenta pluma de Elma Murrugarra, cuidados urdimbre de letras que nos revela, además de voces olvidadas, espacios de reconocimiento común dentro del fuego de Caral.


México, abril, 2006