Por Ricardo González Vigil
Una joya de la poesía peruana actual: La memoria hila, premio Copé de Oro de la XXI Bienal de Poesía Copé 2023 (Lima, Petroperú, Ediciones Copé, 2025; 64 pp.), de Elma Murrugarra (Lima, 1974). Espléndida maduración creadora de quien mostró, desde sus primeros poemarios (cuatro en 2002-2009), un talento singular, razón por la cual la incluimos en Poetas peruanas de antologia (2009).
Y una joya sobre un arte en el que el Perú sobresale a nivel mundial: la textilería: "hace 7,800 años, en el Perú, se elaboraron los primeros textiles de algodón del mundo (...). Yo creo que la poesía en el Perú empezó a escribirse en los tejidos, con bellos símbolos que, hasta el día de hoy, nos transmiten alegría, admiración, asombro y dolor" (p. 55), sostuvo Murrugarra en su discurso de recepción del Copé de Oro.
Celebra túnicas y trajes prehispánicos, resaltando su belleza intacta y virtuosismo artístico, acompañándolos de agudos bordados histórico-culturales y socio-económicos. Más aún, aplica las imágenes textiles a la arquitectura: las piedras tan herméticamente unidas que "ni un hilo las traspasa" y al templo "el lanzón de Chavín como una gran aguja insertada aguanta" (p. 15). Aprovecha, además, que se llama "atados" a unos ingredientes de la cocina nacional.
Y, por cierto, entreteje las milenarias imágenes del hilo de la vida ("la vida es un hilo", p. 21) y de la memoria (que hila, según relieva el título del libro y "La aguja", el poema mas extenso del libro). De otro lado, subraya que un mensaje (con su trama, urdimbre, nudo y desenlace, todos vocablos originalmente textiles) constituye un texto (es decir, tejido) de signos, con el modelo biográfico de la madre "tejiendo las palabras / de un poema lindo que me cobija" (p. 21) y el paradigma ancestral de los quipus ("anudados como quipus que cuentan la historia", p. 52), ese ejemplo supremo de cómo los antiguos peruanos convirtieron a los hilos y nudos en un medio de representación en el que "la memoria hila" y el hilo preserva la memoria colectiva.
Resulta admirable cómo todo en el poemario remite a la textilería: los títulos de las secciones (llamadas torzales) y de varios poemas, los temas de cada composición y los epígrafes elegidos de poetas peruanos fundamentales (una especie de quipu colectivo), el entramado de los versos y de las prosas movilizadas por palabras e imágenes que literalmente y/o metafóricamente enhebran un manto-quipu que envuelve al lector con su esplendor verbal y su riqueza de contenido: "la memoria hila para recordar, entre otras cosas, la alegría de la libertad o la admiración frente a la belleza; hila para no olvidar el dolor de una masacre, la indignación ante el abuso del poder, la vergüenza del racismo y la insidia de alguna gente para silenciarnos" (p. 55).
Revista Caretas
Lima, 10 de julio de 2025